domingo, 21 de abril de 2013

No puede ser, se me escapó, se fue con un suspiro apagando mi razón, y ahora ya no creo en nada. Lo busco aquí, en mi habitación, su ropa en el armario conserva aún su olor, apuntalando mi nostalgia. Oigo su voz, y aunque no esta, sigo tratando de aceptar que me falta el ruido, sus pasos por la casa siempre ruido, su risa recorriendo los pasillos... la vida se me antoja eterna, no me siento capaz de ser feliz si el ya no está, si me falta el ruido. El caso es que, yo sigo aquí, buscando mil motivos que ayuden a seguir, pero no sirven de nada. Lo busco aquí, en cada canción, no logro imaginarme un cielo aún mejor que su trasluz en la ventana. Oigo su voz, y aunque no está, sigo tratando de aceptar que me falta el ruido, sus pasos por la casa siempre ruido, su risa recorriendo los pasillos... la vida se me antoja eterna, no me siento capaz de ser feliz si el ya no está, si me falta el ruido. Me falta el ruido.

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