viernes, 30 de mayo de 2014

Transitando un paraíso de amor o un infierno de locura, yo sabiendo los riesgos insisto a jugar a que vos formas parte de mí. Ningún ratero principiante te arrancó de mi lado, y a la distancia hoy siento miedo por aquello que amo así, como eso de no encariñarse para no sufrir.

Transcurrimos por algún camino escuchándonos filosofar. Hablamos de miedos, de metas, de sueños. Nos conocimos, nos entendimos proyectando intenciones que no pudimos concretar. Sucede. Te llegó, inexorable, el destino. Me costó comprender mi dolor, el paso del tiempo, lo que no vivimos, siempre a destiempo, siempre en silencio. No me perdono nunca no haberte dicho antes lo que me importas. Hoy que no estás, sucede. Y estoy aprendiendo a asimilar, lo que me enseñaste sin pensar, ante la peor tormenta, tu mejor sonrisa siempre. Hasta el fin

miércoles, 21 de mayo de 2014

Aunque tú no lo sepas, me he inventado tu nombre. Me drogué con promesas, y he dormido en los coches. Aunque tú no lo entiendas, nunca escribo el remito en el sobre, por no dejar mis huellas. Aunque tú no lo sepas, me he acostado a tu espalda. Y mi cama se queja, fría cuando te marchas. He blindado mi puerta y al llegar la mañana no me di ni cuenta de que ya nunca estabas. Aunque tú no lo sepas, nos decíamos tanto. Con las manos tan llenas, cada día más flacos. 
Inventamos mareas, tripulábamos barcos, yo encendía con besos... el mar de tus labios.

Encontramos nuestro lugar lejos, pero nos cruzamos de camino y paramos a hacernos felices. Llegaríamos más tarde, pero no nos importaría tanto. "Escucha mi voz", dijiste. Y aunque te quedaste completamente callado, supe que jamás encontraría a alguien que cantase tan bien como tú.